Siempre habíamos oído hablar de ello; incluso habíamos visto algún ejemplo en la casa de algún familiar o amigo (nunca en la propia, claro).
La
oferta perfecta para ese consumidor social y avergonzado.... La cultura entra en la cesta de la compra... pero no de la forma que me gustaría.
Vivir para ver.

Y ésta es la cotización: